Obra

Un Futuro Certero (A Certain Future)

Leyenda

2011
HDV transferido a DVD
Video unicanal, color y sonido
3’48″
Cortesía del artista

Artista

Por

La casualidad es clave en nuestras vidas y en sus vuelcos inesperados. Lo imprevisto nos afecta para que alteremos el curso o nos adaptemos  en relación al evento. Como estrategia artística, la casualidad supone un rechazo ante la postura autoral y refuerza los aspectos contingentes de la producción artística. El uso del azar enfatiza que la producción artística, así como su recepción y significados, nunca son completamente autónomos, sino sujetos a decisiones e intervenciones externas.

Cuando se le invitó a proponer una exposición individual en L’Espai Dos de la Sala Muncunill (España, 2001), Tamara Kuselman decidió suspender sus responsabilidades personales para someter su práctica a una vidente quien se supone debe formular el contenido de la exposición. La presión tan común de tener que entregar una propuesta con mucho tiempo de antelación pareció minimizarse ante la confianza que la artista imprimió en los efectos milagrosos del azar y en las consecuencias imprevistas que surgen al tomar riesgos. Sin embargo, ¿puede haber libertad cuando se trabaja sin instrucciones? ¿en verdad es un alivio cuando a uno le dicen qué hacer, o resulta una limitación asfixiante? ¿Hasta dónde se puede aceptar un riesgo?

Kuselman accede y subvierte el mito del artista que toma riesgos y que deja que las cosas lleguen hasta estar fuera de control. El fotomontaje Leap into the Void (1960) de Yves Klein constituye una referencia directa. La exposición se vuelve un protocolo experimental que examina las ideas de control, autoría, relaciones de poder y consentimiento en el contexto de un juego. Las predicciones de la vidente se antojan previsibles en su aleatoriedad.

Referencias

A la artista se le indica con gran detalle qué va a producir y cómo debe colocar las piezas en el espacio. La muestra prescrita por la vidente es un collage de elementos arbitrarios, desde artículos de lencería, o fotografías de celebridades en blanco y negro hasta la presencia de un hombre con hombros anchos, ojos negros y una mirada desafiante. Así es de específica su visión.

El resultado final es decepcionante y desalentador. Enfrentada con las propuestas de la vidente, Kuselman decide darle vuelta a las reglas del juego. Deja el espacio de la exposición sin otra cosa que un video corto que narra su interacción con la vidente. Siguiendo la lógica del mito, el experimento ahora es parte de la ficción. La decisión de la artista marca un cambio significativo en su obra. Al reclamar su voz como autora, Kuselman cuestiona el valor del riesgo en sí mismo.

La carta de Confianza  del Tarot de Osho que guía a la artista a lo largo del proceso ejemplifica la ambivalencia que representa tomar riesgos. Una figura con brazos extendidos salta al vacío. Al darle vuelta, la carta nos muestra a la misma figura cayendo lentamente. El salto al vacío es tanto liberador como fatal, ya que fallar y caer no son conceptos tan lejanos.